COLEGIO
ENRIQUE OLAYA HERRERA. BOGOTÁ. 2017.
ÁREA: CIENCIAS NATURALES Y EDUCACIÓN
AMBIENTAL FECHA_____________
ASIGNATURA: BIOLOGÍA
OCTAVO PROFESORA: CLARA ISABEL PEÑA PINEDA
NOMBRE DEL ESTUDIANTE___________________________________________
GUÍA: SENTIDO DE LA AUDICIÓN
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INDICADORES DE LOGRO
1
CONOCER LAS PARTES QUE COMPONEN
EL SENTIDO DE LA AUDICIÓN
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2
IDENTIFICAR LAS ESTRUCTURAS Y
FUNCIONES QUE COMPONEN EL SENTIDO DE LA AUDICIÓN
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3
UBICAR CADA UNA DE LAS PARTES DELSENTIS¿DO DE LA AUDICIÓN
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SENTIDO
DE LA AUDICIÓN
El
sistema auditivo es el conjunto de órganos que hacen posible el sentido del
oído en un ser vivo, es decir, lo facultan para ser sensible a los sonidos. La
función de nuestro sistema auditivo es, esencialmente, transformar las
variaciones de presión originadas por la propagación de las ondas sonoras en el
aire en impulsos eléctricos (variaciones de potencial), información que los
nervios acústicos transmiten a nuestro cerebro para la asignación de
significados.
La
audición es el sentido que le permite a los órganos captar el sonido del
ambiente (el oído nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y
la dirección de la que provienen.)
El
oído es un órgano del cuerpo humano muy sensible y avanzado. La función del
oído es transmitir los sonidos al cerebro a través de sus distintas partes: el
oído externo, el oído medio y el oído interno.
La
tarea principal es por tanto detectar, analizar los ruidos mediante el proceso
de transducción transmitir y convertir los sonidos en impulsos eléctricos. Otra
función importante es mantener nuestro
sentido del equilibrio.
El
sonido es el conjunto de ondas mecánicas de diversas amplitudes y frecuencias
que se propagan por el aire. Los animales han desarrollado estructuras que
permiten captar diferentes ondas sonoras.
Las
ondas sonoras viajan desde el oído externo y a través del conducto auditivo,
haciendo que el tímpano vibre. A su vez, esto hace que los tres huesecillos,
conocidos como martillo, yunque y estribo del oído medio se muevan. Estas
vibraciones pasan a través de la ventana oval al fluido de la cóclea del oído
interno, estimulando miles de pequeñas células ciliadas. Estas vibraciones pasan a través del fluido
de la cóclea del oído interno estimulando miles de pequeñas células ciliadas.
Como resultado estas vibraciones se trasforman en impulsos eléctricos que el
cerebro percibe como sonido.
Podemos
dividir el sistema auditivo en:
Sistema
auditivo periférico. El sistema auditivo periférico cumple funciones en la
percepción del sonido, esencialmente la transformación de las variaciones de
presión sonora que llegan al tímpano en impulsos eléctricos (o
electroquímicos), pero también desempeña una función importante en nuestro
sentido de equilibrio.
Sistema
auditivo central.
El
proceso de la audición implica que se conjuguen dos tipos de procesos:
Fisiológicos:
se capta el sonido y se envía al cerebro. Los órganos que participan en esta
parte del proceso conforman el sistema auditivo periférico.
Psicológicos:
interpretan estos sonidos, los reconocen y los dotan de significado. Los
órganos que permiten esta percepción del sonido conforman el llamado sistema
auditivo central.
PARTES
DEL SENTIDO DE LA AUDICION: puede dividirse en tres partes principales: El oído
externo
El
oído medio, El oído interno
OIDO
EXTERNO:
El oído externo es la parte exterior del oído que recoge las ondas sonoras y
las dirige al interior del oído
PABELLÓN
AUDITIVO U OREJA: Es el órgano receptor, La única parte visible del oído es el
pabellón auditivo o auricular (la oreja), que tiene una forma helicoidal muy
particular formado casi completamente por cartílago, cubierto por piel y
adherido al cráneo, con forma de embudo, de unos 2,5 centímetros de longitud,
tiene en su entrada pelos cortos y gruesos; en su interior, glándulas sebáceas
–grasa– y ceruminosas –cerumen–, y al final, una tensa membrana llamada tímpano,
donde llegan las ondas, haciéndola vibrar.
El
pabellón auditivo funciona como una especie de embudo que ayuda a dirigir el
sonido hacia el interior del oído. Sin la presencia de este embudo las ondas
sonoras tomarían una ruta directa hacia el conducto auditivo. Esto haría que el
proceso de audición fuera difícil e ineficaz ya que gran parte del sonido se
perdería y sería más difícil escuchar y comprender los sonidos.
El
pabellón auditivo es imprescindible debido a la diferencia de presión que
existe en el interior y exterior del oído. La resistencia del aire es mayor en
el interior que en el exterior del oído porque el aire del interior se
encuentra comprimido, y por ello, a mayor presión.
EL
CONDUCTO AUDITIVO
Una
vez que las ondas sonoras han superado el pabellón auditivo, se desplazan de
dos a tres centímetros dentro del conducto auditivo antes de golpear el
tímpano, también conocido como membrana timpánica. La función del conducto
auditivo es transmitir los sonidos que capta el pabellón auditivo al tímpano.
EL
TÍMPANO
El
tímpano (o membrana timpánica) es una membrana que se encuentra situada al
final de conducto auditivo y señala el inicio del oído medio. El tímpano es un
órgano muy sensible y vibra al percibir las ondas sonoras. Para proteger al
tímpano, el conducto auditivo se curva ligeramente haciendo más difícil que por
ejemplo, los insectos puedan alcanzarlo. Al mismo tiempo, la cera del oído
(cerumen) del conducto auditivo ayuda a mantener fuera del oído las materias no
deseadas, como el polvo, la suciedad y los insectos.
El
conducto auditivo, además de proteger el tímpano, actúa como un audífono
natural que amplifica automáticamente los sonidos bajos y menos penetrantes de
la voz humana. De este modo, el oído compensa parte de la debilidad de la voz
humana, y hace más fácil oír y comprender una conversación normal.
Para
que las ondas sonoras penetren en el oído de la mejor forma posible, la
resistencia del aire no debe ser demasiado alta. El pabellón auditivo es
esencial para ayudar a vencer la diferencia de presión en el interior y
exterior del oído. El pabellón auditivo funciona como un vínculo intermedio que
hace que esta transición sea más suave y menos brutal, permitiendo que penetren
mayor cantidad de sonidos en el conducto auditivo (meatus).
Las
vibraciones se transmiten a través del oído medio por una cadena de
huesecillos: el martillo, el yunque y el estribo. Al mismo tiempo, originan
ondas en el líquido del oído interno. Esos estímulos llegan al cerebro a través
los nervios auditivos superiores.
Los
oídos, que se encuentran parcialmente alojados en el hueso temporal del cráneo,
son los órganos de la audición y el equilibrio. Nos permiten percibir los
sonidos y el movimiento gracias a la estimulación de receptores especializados
llamados células ciliadas, que reaccionan o responden ante las ondas sonoras
transmitidas por el aire y el movimiento de la cabeza.
Las
fibras nerviosas que provienen de la vía auditiva y las estructuras del
equilibrio forman el nervio vestibulococlear, que lleva los impulsos nerviosos
al cerebro para su interpretación.
OIDO
MEDIO: El
oído medio es la parte del oído entre el tímpano y la ventana oval. El oído
medio trasmite los sonidos del oído externo al oído interno y está compuesto
por tres diminutos huesos: martillo, yunque y estribo, por la ventana oval, la
ventana redonda y la trompa de Eustaquio.
LOS
HUESECILLOS DEL OÍDO MEDIO
El
tímpano es muy fino, mide aproximadamente de 8 a 10 mm de diámetro y se estira
por medio de pequeños músculos.
Las
vibraciones se trasmiten al interior del oído a través de los tres huesos
situados en el oído medio: martillo, yunque y estribo. Estos tres huesos forman
una especie de puente, y el estribo, el último hueso donde llega el sonido,
está conectado con la ventana oval.
LA VENTANA
OVAL
La
ventana oval es una membrana que recubre la entrada a la cóclea en el oído
interno. Cuando el tímpano vibra, las ondas sonoras pasan por el martillo y el
yunque hacia el estribo y posteriormente hacia la ventana oval.
Cuando
las ondas sonoras se transmiten desde el tímpano a la ventana oval, el oído
medio funciona como un transformador acústico, amplificando las ondas sonoras
antes de que lleguen al oído interno. La presión de las ondas sonoras es unas
20 veces mayor en la ventana oval que en el tímpano. La presión se aumenta
debido a la diferencia de tamaño entre la superficie relativamente grande del
tímpano y la superficie menor de la ventana oval. El mismo principio se aplica
cuando una persona que lleva un zapato con tacón de aguja nos pisa. La pequeña
superficie del tacón causa mucho más dolor que un zapato plano con una
superficie mayor.
LA
VENTANA REDONDA
La
ventana redonda situada en el oído medio vibra en sentido contrario a las
vibraciones que entran a la cóclea a través de la ventana oval, lo que produce
que el fluido de la cóclea se mueva.
LA
TROMPA DE EUSTAQUIO
La
trompa de Eustaquio se encuentra también en el oído medio, y conecta el oído
con la última parte del paladar. La función de la trompa de Eustaquio es
igualar la presión de la atmósfera a ambos lados del tímpano, y asegurar que
esta presión no aumenta dentro del oído. El tubo se abre cuando tragamos,
igualando la presión del aire en el interior y exterior del oído.
La
trompa de Eustaquio, canal de unos 4 cm. de largo que conecta el oído medio con
lo alto de la garganta, y cuya función es equilibrar la presión a ambos lados
del tímpano. A cada movimiento de deglución, se abre la trompa y deja pasar
aire al oído medio. Es por esto, que cuando sentimos los oídos tapados, al tragar
se nos destapan.
En
la mayoría de los casos la presión se iguala automáticamente, pero a veces no
ocurre así, y puede ser necesario realizar la operación de tragado de forma
enérgica. La acción de tragado forzará a abrirse al tubo que conecta el paladar
con el oído, igualando así la presión.
La
acumulación de presión en el oído puede darse en situaciones en las que la
presión en el interior del tímpano es diferente de la presión en su exterior.
Si la presión no se iguala, se acumulará en el tímpano impidiendo que éste
vibre adecuadamente. La vibración limitada hará que se reduzca ligeramente la
capacidad de audición. Una gran diferencia de presión provocará malestar e
incluso un ligero dolor. La acumulación de presión en el oído a menudo se da en
situaciones en las que la presión es cambiante, por ejemplo, cuando volamos o
conducimos en zonas montañosas.
OIDO
INTERNO
El
oído interno es la parte más interna del oído, formado por la cóclea, el órgano
del equilibrio y el nervio auditivo. A continuación podrá obtener más
información sobre la anatomía del oído interno, cómo funciona y las partes que
lo componen. Llamado también laberinto, está compuesto por un complejo sistema
de canales membranosos con un revestimiento óseo. En esta zona profunda del
oído están el centro auditivo, ubicado en el “caracol”, y el control del
equilibrio, que depende de las estructuras situadas en el vestíbulo y en los
“canales semicirculares”.
Una
vez que las vibraciones del tímpano se han transmitido a la ventana oval, las
ondas sonoras continúan su camino hacia el oído interno.
El
oído interno es una intrincada zona de tubos y conductos, conocido como
laberinto. En el laberinto puede encontrarse el vestíbulo y la cóclea.
LA
CÓCLEA: En la cóclea o caracol, las ondas sonoras se transforman en impulsos
eléctricos que se envían al cerebro. El cerebro traduce esos impulsos en
sonidos que podemos reconocer y entender.
La
cóclea parece la concha de un caracol o una manguera enrollada. La cóclea se
encuentra llena de un fluido llamado peri-linfa y contiene dos membranas
colocadas muy cerca una de la otra. Estas membranas forman una especie de pared
de separación en la cóclea. Sin embargo, para que el fluido se mueva libremente
en la cóclea de un lado al otro de la pared de separación, la pared dispone de
un pequeño orificio (helicotrema). Este orificio es necesario, ya que garantiza
que las vibraciones de la ventana oval se transmitan a todo el fluido que se
halla en la cóclea.
Cuando
el fluido se mueve en el interior de la cóclea, miles de microscópicas fibras
pilosas que están en el interior de la pared de separación se ponen a su vez en
movimiento. Existen aproximadamente 24.000 de estas fibras pilosas, dispuestas
en 4 largas filas.
Todas
las fibras pilosas están conectadas al nervio auditivo y, dependiendo de la
naturaleza de los movimientos en el fluido coclear, se ponen en movimiento
diferentes tipos de fibras pilosas.
NERVIO
AUDITIVO
¿Qué
es el nervio auditivo? El nervio auditivo consta de una serie de fibras
nerviosas que trasmiten información entre la cóclea del oído interno y el cerebro. Su función es trasmitir las señales del oído
interno al cerebro.
Las
células ciliadas situadas en la cóclea están conectadas entre sí con el nervio
auditivo y, dependiendo de la naturaleza de las vibraciones del fluido coclear,
se ponen en movimiento distintas fibras nerviosas.
Cuando
estas fibras se mueven, envían señales eléctricas al nervio auditivo que está
conectado con el centro auditivo del cerebro. Los impulsos eléctricos se
traducen en el cerebro en sonidos que podemos reconocer y entender. Como
consecuencia, estas fibras pilosas son esenciales para nuestra capacidad de
audición. Si estas fibras resultaran dañadas, entonces la capacidad auditiva de
la que disponemos se vería deteriorada.
EL
VESTÍBULO: ÓRGANO DEL EQUILIBRIO
El
vestíbulo es otra parte importante del oído interno. Es el órgano del
equilibrio. La función del vestíbulo es registrar los movimientos corporales
para ser capaces de mantener el equilibrio.
El
vestíbulo consta de tres conductos con forma de anillo, orientados en tres
planos diferentes. Los tres conductos están llenos de fluido que se mueve
conforme a los movimientos del propio cuerpo. Además del fluido, estos
conductos también contienen miles de fibras pilosas que reaccionan al
movimiento del fluido, enviando pequeños impulsos al cerebro. El cerebro los
decodifica y utiliza para ayudar al cuerpo a mantener el equilibrio.
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