COLEGIO
ENRIQUE OLAYA HERRERA. BOGOTÁ. 2017.
ÁREA: CIENCIAS NATURALES Y EDUCACIÓN
AMBIENTAL FECHA_____________
ASIGNATURA: BIOLOGÍA OCTAVO
PROFESORA: CLARA ISABEL PEÑA PINEDA
NOMBRE DEL ESTUDIANTE___________________________________________
GUÍA: MÉDULA ESPINAL
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INDICADORES DE LOGRO
1
CONOCER LAS FUNCIONES DE LA MÉDULA ESPINAL
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2
IDENTIFICAR LAS REGIONES EN QUE SE DIVIDE LA MÉDULA ESPINAL
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3
UBICAR CADA UNA DE LAS REGIONES Y FUNCIONES DE LA MÉDULA ESPINAL
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MEDULA ESPINAL
La médula espinal es la parte más caudal del
sistema nervioso central, empezando en el bulbo raquídeo y terminando en la zona lumbar. Se trata
de la parte inferior del neuroeje, de forma cilíndrica levemente aplanada y
asimétrica que, al igual que el cerebro, está fuertemente protegida al estar
rodeada por la columna vertebral. Asimismo, también goza de la protección de
las meninges y el líquido cefalorraquídeo, las cuales impiden la mayor parte de
daños producidos por los elementos del entorno.
Esta parte del sistema nervioso es el punto de
conexión entre el cerebro y el resto del organismo, pasando la gran mayoría de
fibras nerviosas por la médula. La transmisión de la información no se da
generalmente a través de una única neurona, sino que por norma general,
las neuronas que configuran los diferentes nervios del cuerpo
hacen una o varias sinapsis intermedias, sea dentro de la propia médula o fuera
de ella (como con las neuronas de los ganglios nerviosos).
La médula espinal recibe tanto aferencias como
eferencias, es decir, posee tanto neuronas que reciben información de los
receptores de los diferentes órganos y estructuras como otras que envían información
y órdenes a dichas zonas.
La mayoría de seres humanos nacemos con un total de
33 vértebras, contando entre ellas siete vértebras cervicales, doce torácicas,
cinco lumbares, cinco sacras y cuatro coxígeas. Según vamos desarrollandonos,
el número se reduce al irse fusionando las más inferiores para formar los
huesos sacro y coccígeo, pasando a considerarse vértebras solo las 24 primeras,
acabando en la L5 o lumbar 5. El comienzo de la médula espinal se sitúa un poco
antes de su recubrimiento por la columna vertebral, estando adherida al bulbo
raquídeo. El punto donde termina la médula puede variar de una persona a otra,
culminando generalmente entre las vértebras L1 y L3.
En general, las conexiones nerviosas corresponden
de la médula corresponden a la zona donde se encuentran. Así, en la parte de la
médula situada en entre las vértebras torácicas se encuentran las conexiones
nerviosas que inervan el tórax, y así sucesivamente. En lo que se refiere a los
nervios que se conectan con la médula, poseemos un total de treinta y un pares,
siendo ocho cervicales, doce torácicos, cinco lumbares, cinco sacros y uno coccígeo.
Un punto a destacar es la presencia de dos zonas en los que la médula es algo
más ancha, debido a que en dichas zonas se encuentran las conexiones nerviosas
con las extremidades.
Entre las vértebras C4 y T1 existe una zona algo
más ancha que el resto de la médula. Esta zona, conocida como intumescencia
cervical, es más gruesa debido a que en este lugar se encuentran las conexiones
nerviosas que conectan con las extremidades superiores
Hacia el extremo inferior de la médula puede
observarse un engrosamiento, entre las que va de la vértebra T11 a la L1,
denominado intumescencia lumbosacra. Se trata de la parte de la médula que
inerva las extremidades inferiores, y que junto a la denominada cola de caballo
conecta con las partes del cuerpo localizadas en el extremo inferior.
Respecto a la recién mencionada cola de caballo,
que recibe su nombre debido a la semejanza de su forma con la cola de dicho
animal, es el conjunto de fibras nerviosas que conectan con los nervios
espinales. Esta forma es debida a que la médula espinal es más corta que la
columna vertebral, con lo que las zonas por debajo de la zona lumbar deben
proyectar sus terminaciones nerviosas a los nervios espinales situados por
debajo de ella.
Partes de la médula
Se ha podido
observar que la médula tiene diferentes conexiones nerviosas que inervan
distintas zonas del cuerpo. Sin embargo, puede ser de interés analizar la
estructura interna de la médula espinal.
Al igual que
en el cerebro, en
la médula nos encontramos tanto con sustancia gris como con sustancia blanca.
Sin embargo, la disposición es inversa, estando la sustancia blanca situada en
una posición externa y la gris en la parte interna de la médula. Generalmente
la transmisión de la información se da de manera ipsilateral, es decir el lado
derecho del cuerpo es tratado por la parte izquierda de la médula espinal
mientras que el lado izquierdo se trabaja con la parte derecha.
SUSTANCIA GRIS
La sustancia gris tiene esta coloración debido a que se trata de un conjunto
de somas o núcleos de neuronas, que proyectan sus axones a
otras áreas. Es decir, es en estas zonas donde se acumulan los cuerpos de las
neuronas, centros de procesamiento de la información (si bien al no estar en el
encéfalo ese procesamiento es muy somero). La sustancia gris se estructura
en diferentes cuernos o astas, siendo las principales el asta ventral, el asta
dorsal y la zona intermedia. Existe también el asta lateral, pero únicamente en
en la zona torácica y el principio de la lumbar.
El asta dorsal es la encargada de recibir la información de los
sistemas ivernados por la médula. Dicho de
otro modo, es la parte de la médula que se encarga de que la estimulación
externa o interna detectada por los receptores pueda ser enviada al encéfalo.
El asta
ventral de la médula, al contrario que la dorsal, tiene como principal función
la de emitir información a los nervios, haciendo que el organismo reaccione a
los estímulos exteriores o interiores. A través de ella se ejerce el movimiento
voluntario.
En lo que
respecta a la zona intermedia, en ella abundan las interneuronas, que son
aquellas cuya principal función es la de servir de enlace entre otras dos
neuronas. Son puentes de conexión entre zonas distales.
Si bien solo
aparece en la zona torácica y parte de la lumbar, el asta lateral tiene una
gran importancia, inervando diferentes estructuras y participando en los
sistemas simpático y parasimpático del sistema nervioso autónomo. En este
sentido, cumple un rol fundamental en la homeostasis, el proceso por el cual el
organismo establece un equilibrio u harmonía entre zonas diferentes del cuerpo
para que el conjunto de órganos funcione de forma saludable y coordinada.
SUSTANCIA BLANCA
La sustancia blanca está formada principalmente por
los axones de las neuronas, interconectando médula y cerebro. Está organizada en diferentes fibras que reciben el nombre de las
zonas con las que conectan, pudiendo ser ascendentes o descendentes. En la
médula se pueden encontrar tres columnas, la dorsal, la lateral y la ventral.
La columna
dorsal está principalmente formada por fibras aferentes de tipo somático. Dicho
de otro modo, al igual que ocurre con el asta dorsal en la sustancia gris,
que se encargan de transmitir información sensorial, del cerebro a la
médula y viceversa según si es ascendente o descendente.
Las columnas ventral y lateral son tractos y
fascículos, que tienden a ser de tipo eferente, transportando las órdenes motoras otorgadas por el cerebro.
Funciones de la médula espinal
La importancia
de esta parte del sistema nervioso central está fuera de toda duda. Solo hace
falta observar los efectos que tienen daños en esta zona para comprender que se
trata de una sección fundamental para el funcionamiento habitual.
FUNCIONES
1.
Transmisión de la información sensorial y motora
La médula
espinal es el núcleo de relevo de las neuronas y fibras nerviosas presentes en
la mayor parte del cuerpo. Esto quiere decir que tanto cuando el cerebro da la
orden de que se realice una acción (por ejemplo dar una patada a un balón) como
cuando una parte de nuestro cuerpo percibe algún estímulo (una caricia en el
brazo), la información pasa primero a la médula, que enviará la información a
los músculos o al cerebro para que lo procese.
2. Procesamiento de la información
Si bien es en
el cerebro donde la estimulación se hace consciente, la médula hace un rápido
juicio de la situación con el fin de determinar si únicamente enviar la
información al cerebro o provocar una actuación de emergencia incluso antes de
que llegue.
3. Reacción inmediata: reflejos
Como acabamos
de decir, en ocasiones la médula espinal produce por sí misma una actuación sin que la información haya sido aún transmitida al cerebro. Estas
actuaciones son lo que conocemos como reflejos. Para ejemplificar podemos
pensar en poner una mano en el fuego de forma accidental: la mano es retirada
de forma inmediata, no planificada y sin que haya pasado aún la información al
cerebro.
La función de
los reflejos es clara: ofrecer una reacción rápida ante situaciones potencialmente
peligrosas. Como la información sensorial ya produce una
respuesta al llegar a la médula espinal, sin tener que esperar a ser captada
por el cerebro, se gana tiempo, algo muy valioso en caso de ataque de un animal
o cuando se puede recibir heridas por caída o por quemaduras.
Sin embargo,
en el caso de los bebés también existen reflejos que se van perdiendo durante
los primeros meses después del nacimiento y cuya función básica no es siempre
reaccionar rápidamente, sino realizar actos que favorecen la supervivencia,
como por ejemplo succionar leche materna. En este caso hablamos de reflejos
primitivos, cuya ausencia puede ser signo de enfermedad.
Recorre
el canal raquídeo de las vértebras, desde la base del cráneo hasta la primera
vértebra lumbar, un poco más arriba de la cintura. Tiene una función de centro
elaborador de reflejos y conductor de impulsos nerviosos desde y hacia el
encéfalo.
8- DURAMADRE
CORTE
TRANSVERSAL DE MÉDULA
1- MÉDULA
ESPINAL
2- RAÍZ
ANTERIOR DE NERVIO RAQUÍDEO
3. RAÍZ
POSTERIOR DE NERVIO RAQUÍDEO
4 a y b- PAR
DE NERVIOS RAQUÍDEOS
5- VÉRTEBRA
6- PIAMADRE
7- ESPACIO
SUBARACNOIDEO
9- TEJIDO ADIPOSO
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