COLEGIO
ENRIQUE OLAYA HERRERA. BOGOTÁ. 2017.
ÁREA: CIENCIAS NATURALES Y EDUCACIÓN
AMBIENTAL FECHA_____________
ASIGNATURA: BIOLOGÍA OCTAVO
PROFESORA: CLARA ISABEL PEÑA PINEDA
NOMBRE DEL ESTUDIANTE___________________________________________
GUÍA: SISTEMA ESQUELETICO
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INDICADORES DE LOGRO
1
CONOCER COMO ESTÁ CONFORMADO EL SISTEMA ÓSEO
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2
IDENTIFICAR LAS PARTES QUE
CONFORMAN LOS HUESOS
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3
UBICAR CADA UNA DE LAS ZONAS EN QUE SE DIVIDE EL ESQUELETO
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SISTEMA ESQUELETICO
El
sistema óseo es una complicada y perfecta estructura que está formada
básicamente por 206 huesos. Junto al sistema articular y el sistema muscular
forman el aparato locomotor.
Los
huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al
sistema muscular a través de tendones. Otro componente del sistema óseo son los
cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo,
la nariz y orejas están sustentadas por cartílago.
Funciones
del sistema óseo
Los
huesos cumplen tres funciones fundamentales: proporcionar sostén al organismo,
constituir los segmentos móviles del sistema de palancas configurado junto a
las articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos
internos:
SOPORTE Los huesos proveen un cuadro rígido de
soporte para los músculos y tejidos blandos.
PROTECCIÓN Los huesos forman varias cavidades que
protegen los órganos internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo
protege el cerebro frente a los golpes, y la caja torácica, formada por
costillas y esternón protege los pulmones y el corazón.
MOVIMIENTO
Gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y
su contracción sincronizada, se produce el movimiento.
HOMEOSTASIS
MINERAL El tejido óseo almacena una
serie de minerales, especialmente calcio y fósforo, necesarios para la
contracción muscular y otras muchas funciones. Cuando son necesarios, el hueso
libera dichos minerales en la sangre que los distribuye a otras partes del
organismo.
PRODUCCIÓN
DE CÉLULAS SANGUÍNEAS Dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido
conectivo denominado médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o
hematíes mediante el proceso denominado hematopoyesis.
ALMACÉN
DE GRASAS DE RESERVA La médula amarilla consiste principalmente en adipocitos
con unos pocos hematíes dispersos. Es una importante reserva de energía
química.
HUESOS:
El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del
endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido
óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y
componentes extracelulares calcificados. Los huesos también poseen cubiertas de
tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y
algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).
PARTES
DL HUESO
A-
CARTÍLAGO: Los cartílagos (tejido flexible y grueso ubicado en los extremos de
los huesos) protegen los huesos y les sirven de amortiguación cuando se unen y
friccionan uno contra otro en las articulaciones.
B-
HUESO ESPONJOSO: Este tipo de hueso está ubicado en el interior del hueso
compacto. Se asemeja a una esponja y sus orificios están llenos de médula.
C-
HUESO COMPACTO: Este tipo de hueso es fuerte, sólido y de color blanquecino. Es
el que forma la parte exterior y dura de los huesos.
D-
MÉDULA ÓSEA BLANDA: Fabrica la mayor parte de los glóbulos rojos y las
plaquetas.
E-
PERIOSTIO: Esta membrana delgada y densa está ubicada sobre la superficie de
los huesos y cuenta con nervios y vasos sanguíneos que sirven para nutrir el
tejido óseo.
CLASIFICACIÓN:
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una
estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los
huesos son plásticos y livianos aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas
óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema esquelético. Cada pieza cumple
una función en particular y de conjunto en relación con las piezas próximas a
las que está articulada.
La
superficie de los huesos presenta prolongaciones, protuberancias y
tuberosidades, en las que se insertan los ligamentos de las articulaciones y
los tendones de los músculos, y una gran variedad de irregularidades como
surcos, poros y depresiones por las que discurren y penetran los vasos
sanguíneos y los nervios. Están formados por tejido óseo, cartílagos, médula
ósea y el periostio o membrana que rodea los huesos.
LOS
HUESOS SE CLASIFICAN SEGÚN SU FORMA EN:
HUESOS
LARGOS, son los que tienen forma de tubo alargado. Por ejemplo, el hueso más
largo del cuerpo, el fémur, que se encuentra en la pierna.
HUESOS
CORTOS, son aquellos que también son alargados, pero cuya longitud apenas es de
unos centímetros. Por ejemplo están los huesos de los dedos de la mano.
HUESOS
PLANOS, son aquellos que tienen forma plana, por ejemplo el omoplato o los
huesos que forman el cráneo.
HUESOS
IRREGULARES, son aquellos cuya forma no permite que se clasifiquen en ninguna
de las categorías anteriores. Por ejemplo los huesos de las vértebras.
LOS
HUESOS SE CLASIFICAN SEGÚN EL TIPO DE TEJIDO QUE LOS COMPONEN:
El
tejido compacto tiene un aspecto macizo, mientras que el tejido esponjoso o
trabeculado se caracteriza por los espacios abiertos parcialmente rellenos. Cada
hueso cumple una función especial en el sistema. Los huesos no son estructuras
lisas, ellos presentan protuberancias y partes rugosas.
PARA
EL ESTUDIO DEL ESQUELETO HUMANO SE CONSIDERAN TRES REGIONES:
CABEZA
(CRÁNEO Y CARA). El cráneo (del griego: κρανίον, kranion y del latín: cranium)
es una caja ósea que protege de golpes y contiene al encéfalo principalmente.
El cráneo humano está conformado por la articulación de 8 huesos, a que forman una
cavidad abierta y ovoide de espesor variable, con una capacidad aproximada de
1.450 ml (en adultos).
El
cráneo es el esqueleto de la cabeza y diversos huesos constituyen sus dos
partes: el neurocráneo y viscerocráneo. El neurocráneo es la caja ósea del
encéfalo y sus cubiertas membranosas. En un adulto, está formado por una serie
de ocho huesos: cuatro impares centrados en la línea media (frontal, etmoides,
esfenoides y occipital) y dos series de pares bilaterales (temporal y
parietal). Los huesos del denominado neurocráneo en conjunto conforman otras
dos estructuras anatómicas: Los huesos frontal, parietales y occipital suelen
conformar una estructura de techo parecido a una cúpula, denominada calvaria o
bóveda craneal, mientras que el hueso esfenoides y temporales forman parte de
la base del cráneo. El viscerocráneo, también llamado esqueleto facial,
constituye la parte anterior del cráneo y se compone de los huesos que rodean
la boca (maxilares y mandíbula), la nariz/cavidad nasal y la mayor parte de las
cavidades orbitarias. Éste consta de 15 huesos irregulares: tres huesos impares
centrados (mandíbula, etmoides y vómer) y seis huesos pares bilaterales
(maxilar, cornete nasal inferior, cigomático, palatino, nasal y lagrimal). Los
maxilares y la mandíbula albergan los dientes, o de otra forma dicho,
proporcionan las cavidades y el hueso de sostén para los dientes maxilares y
mandibulares. Los maxilares forman la mayor parte del esqueleto facial
superior, fijado a la base del cráneo. La mandíbula forma el esqueleto facial
inferior, siendo éste de carácter móvil al articularse con la base del cráneo
en las articulaciones temporomandibulares.
TRONCO
(COLUMNA VERTEBRAL Y CAJA TORÁCICA). La caja torácica: es un conjunto de huesos
que alberga y protege los órganos situados en el tórax (los pulmones y el
corazón). Además de las doce vértebras dorsales, consta de: esternón (hueso
alargado y plano situado en la parte delantera del tórax) y las costillas (está
formada por 12 pares de huesos alargados con forma de arco. Los siete primeros
pares se unen por detrás a la columna vertebral y por delante al esternón.
Estas costillas se llaman costillas verdaderas. Los tres pares de costillas
siguientes no se unen al esternón, sino a las costillas anteriores, son las
costillas falsas. Los dos pares de costillas restantes, llamadas flotantes, que
se encuentran libres en los extremos).
Columna
vertebral, también llamada raquis o espina dorsal, representa alrededor de dos
quintas partes de la longitud del cuerpo y está compuesta por una serie de
huesos llamados vértebras. La columna vertebral, el esternón y las costillas forman
el esqueleto del tronco.
La
columna vertebral está constituida por hueso y tejido conectivo que rodea y
protege a la médula espinal compuesta por tejido nervioso y conectivo. Tiene
una longitud promedio de 71 cm en el hombre adulto y 61 cm en la mujer adulta,
y funciona como una vara fuerte y flexible con elementos que pueden movilizarse
hacia adelante, hacia atrás, lateralmente y también rotar sobre su eje. Además
de su función protectora de la médula espinal, sirve de soporte a la cabeza y
es el sitio de inserción de las costillas, de la cintura pelviana y los
músculos de la espalda.
Al
comienzo del desarrollo, el número total de vértebras es de 33. Durante el
crecimiento de una persona algunas vértebras en la región sacra y coxígea se
fusionan y, como resultado, la columna vertebral del adulto tiene 26 vértebras.
Éstas tienen la siguiente distribución:
CERVICALES,
7 vertebras en la región del cuello. •
12 vértebras TORÁCICAS, en la región posterior de la caja torácica. • 5
vértebras LUMBARES, que son el soporte de la porción inferior de la espalda. •
1 hueso SACRO, formado por 5 vértebras sacras fusionadas. • 1 hueso COXIS (de
kókkix, cuchillo) formado por las 4 vértebras coxígeas fusionadas.
Las
vértebras cervicales, dorsales y lumbares son móviles, mientras que el sacro y
el coxis son huesos inmóviles.
REGIONES
DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Se
estudiarán ahora las cinco regiones de la columna vertebral, comenzando por la
región superior y continuando hacia la inferior. Nótese que las vértebras están
numeradas en cada sector en una secuencia de arriba hacia abajo. Al observar el
esqueleto de la columna vertebral se observa que la transición de una región a
otra no es abrupta sino gradual, una característica que contribuye a que las
vértebras ajusten entre sí.
REGIÓN
CERVICAL
Los
cuerpos de las vértebras cervicales (C I-C VII) son más pequeños que los del
resto de las vértebras, a excepción de las que forman el coxis. Los arcos
vertebrales, sin embargo, son más grandes. Todas Jas vértebras cervicales
presentan tres forámenes: el vertebral y dos transversos. El foramen vertebral
en este sector es el más grande de la columna vertebral, ya que contiene al
ensanchamiento cervical de la médula espinal. Cada apófisis cervical transversa
contiene un foramen o agujero transverso por donde pasan la arteria vertebral y
la vena y nervio homónimos. La apófisis espinosa de C II hasta C VI es a menudo
bífida, o sea, dividida en dos partes.
Las
dos primeras vértebras cervicales difieren considerablemente del resto. El
atlas (C X), denominada así por el personaje mitológico Atlas que sostenía el
mundo sobre sus espaldas, es la primera vértebra cervical ubicada
inmediatamente por debajo del cráneo. El atlas es un anillo de hueso con dos
arcos, uno anterior y otro posterior y dos grandes masas laterales. Carece de
cuerpo y de apófisis espinosa. Las superficies superiores de las masas
laterales, denominadas carillas articulares superiores, son cóncavas. Éstas se
articulan con los cóndilos occipitales formando la articulación
atlantooccipital. Estas articulaciones permiten realizar el típico movimiento
de afirmación con la cabeza. Las superficies inferiores de las masas laterales,
las carillas articulares inferiores, se articulan con la segunda vértebra
cervical. La apófisis transversa y los forámenes transversos de atlas son
particularmente grandes.
La
segunda vértebra cervical (C II), el axis, a diferencia de la anterior sí
presenta un cuerpo. Tiene urna apófisis en forma de clavija denominada apófisis
odontoides, que se proyecta hacia arriba a través de la porción anterior del
foramen vertebral del atlas. La apófisis forma un eje o pivote alrededor del
cual rotan tanto el atlas como la cabeza. Esta disposición permite el
movimiento de la cabeza de lado a lado, como cuando uno dice que “no”. La
articulación formada por la cara anterior de la apófisis odontoides y la cara
posterior del arco anterior del atlas se denomina articulación atlantoaxoidea.
En algunos casos de traumatismo craneo-encefálico, la apófisis odontoides puede
impactar contra el bulbo raquídeo. Este tipo de lesión es la causa habitual de
muerte en las lesiones cervicales por latigazo.
La
tercera a la sexta vértebra cervical (C I1I-C VI), corresponde en el patrón
estructural ya descrito para una vértebra típica. La séptima vértebra cervical
(C Vil), llamada vértebra prominente, es algo diferente. Se puede ver y palpar
su apófisis espinosa en la base del cuello.
REGIÓN
TORÁCICA
Las
vértebras torácicas (T J-T XII) son considerablemente más grandes y resistentes
que las vértebras cervicales. Además, las apófisis espinosas de T I y T II son
largas, aplanadas lateralmente y están dirigidas hacia abajo. En contraste, las
apófisis espinosas de T XI a T XII son más cortas, gruesas y se proyectan más
hacia atrás. Comparadas con las vértebras cervicales, las torácicas tienen
apófisis transversas más largas y mis grandes.
La
característica que diferencia a las vértebras dorsales del resto es que se
articulan con las costillas. Excepto por T XI y T XII las apófisis transversas
presentan carillas articulares que se articulan con los tubérculos costales.
Los cuerpos de las vértebras torácicas presentan fositas costales para las
cabezos de las costillas. Las articulaciones entre la columna torácica y las
costillas se denominan articulaciones costovertebrales, y se encuentran a ambos
lados de cada vértebra.
REGIÓN
LUMBAR
Las
vértebras lumbares (LI-L V) son las más grandes y fuertes de la columna
vertebral, debido a que el porcentaje del peso corporal soportado por las
vértebras aumenta hacia la región inferior. Sus proyecciones son cortas y
gruesas. Las apófisis articulares superiores se orientan más hacia la línea
media que hacia arriba. y las apófisis articulares inferiores se dirigen más
hacia fuera que hacia abajo. Las apófisis espinosas tienen forma de
cuadrilátero, son gruesas y anchas y se proyectan casi rectas hacia atrás. Las
apófisis espinosas están bien adaptadas para la inserción de los grandes
músculos de la espalda.
SACRO:
El sacro es un hueso triangular formado por la fusión de las cinco vértebras
sacras (S I-S V). Las vértebras sacras se comienzan a fusionar entre los 16 y
18 años de edad, completándose este proceso para alrededor de los 30 años.
Colocado en la porción posterior de la cavidad pelviana entre ambos huesos
coxales, el sacro sirve de fuerte cimiento de la cintura pelviana. El sacro
femenino es más corto, ancho y más curvo entre S II y S TTT que el sacro
masculino.
La
concavidad anterior del sacro mira hacia la cavidad pelviana. Presenta una superficie
lisa y contiene cuatro líneas Transversales que marcan la unión entre los
cuerpos vertebrales.
EL
COXIS, al igual que el sacro, tiene forma triangular. Generalmente está formado
por la fusión de las cuatro vértebras coxígeas. Las vértebras coxígeas se
fusionan más tardíamente que las sacras, entre los 20 y los 30 años de edad. La
superficie dorsal del cuerpo del coxis contiene dos grandes astas coxígeas que
se conectan a través de ligamentos con las astas del sacro. Las astas del coxis
están formadas por los pedículos y las apófisis articulares superiores de la
primera vértebra coxígea. Sobre las superficies laterales del coxis hay una
serie de apófisis transversas de las cuales el primer par es el más grande. El
coxis se articula por arriba con el vértice del sacro. En las mujeres, el coxis
apunta más hacia abajo para permitir el pasaje del feto durante el parto; en el
hombre apunta hacia delante.
EXTREMIDADES
SUPERIORES (brazos, antebrazos y manos) e inferiores (muslos, piernas y pies).
Los
miembros superiores humanos son llamados comúnmente brazos. Los miembros
superiores están unidos al tronco al nivel de la articulación del hombro. Los
brazos están constituidos por clavículas, omóplatos, el húmero, el cúbito, los
huesos del carpo, los huesos metacarpianos y las falanges. Las tres
articulaciones del brazo son el hombro, el codo y la muñeca. El hueso del
húmero es sólido y menos sensible a las fracturas que los del antebrazo.
EXTREMIDADES
INFERIORES. El primer hueso de la extremidad inferior es el fémur, el hueso más
largo del cuerpo. Está situado en el muslo y es un hueso muy resistente, grueso
y robusto, que se articula con la tibia y el peroné, los huesos de la pierna.
En
la articulación de la rodilla, entre el muslo y la pierna, se halla la rótula.
Es un hueso corto y redondeado, recubierto por potentes músculos que permiten
la flexión y la extensión de la pierna.
El
hueso de mayor tamaño del pie es el calcáneo, que forma el talón.
El
hueso químicamente está compuesto por dos partes:
1.
Componente inorgánico: Son las sales minerales (calcio, fósforo flúor, cloro, sodio, magnesio) que le dan al
hueso la dureza y resistencia adecuada. Generalmente se acepta que el hueso es
una estructura cristalina (la composición química del cristal óseo varía
durante la vida) constituida por cristales de hidroxiapatita. Por tanto, el
hueso es el principal compartimiento del organismo para el equilibrio químico
de estos minerales.
2.
Componente orgánico: Formado por una proteína llamada osteína, lo cual le da
elasticidad necesaria al Hueso. El principal componente orgánico de la matriz
es el colágeno de tipo I, en forma de fibras, representan un 95% el resto es
sustancia fundamental. También contiene sustancia fundamental: formada por
agua, proteoglicanos y minerales.
La
compasión química de los huesos varía según la edad:
En
el joven hay más sustancia orgánica y menos inorgánica (los hueso son elásticos
se fracturan con dificultad son resistentes a golpes)
En
el adulto hay igual cantidad de sustancias orgánicas e inorgánicas